La operación especial militar que ejecuta Rusia en Ucrania está apegada al Derecho Internacional, específicamente en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, destacó el embajador ruso en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov.
Durante su participación en el programa Análisis Situacional, de Globovisión, señaló que la carta indica el “derecho y defensa del territorio, soberanía y seguridad para cualquier Estado», cita el canal privado este domingo.
Además, resaltó que no consideran la situación como una guerra o conflicto, sino una operación especial en la que Rusia no pretende ocupar, tomar recursos naturales y/o otros bienes materiales, ni tampoco cambiar el Gobierno ucraniano.
Subrayó que los objetivos son proteger a los civiles que viven en de Donetsk y Lugansk; la desnazificación y desmilitarización de Ucrania.
El embajador señaló que ahora la operación especial militar en Ucrania «revela al mundo que allá había laboratorios biológicos financiados por Estados Unidos».
Refirió que la situación se desencadenó en 2014, tras el golpe de Estado contra el expresidente Víktor Yanukóvich, lo que originó la independencia de algunas regiones como Donetsk y Lugansk.
Durante ese periodo, las fuerzas militares de Kiev ejecutaron ataques contra las poblaciones autoproclamadas. Al respecto, el embajador señaló que los esfuerzos diplomáticos se «agotaron», ya que la posición de Kiev es no seguir los acuerdos diplomáticos establecidos.
La operación especial militar rusa en Ucrania, solicitada por las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, se desarrolla desde el pasado 24 de febrero y busca repeler las agresiones y proteger a la población del genocidio ejecutado por el gobierno neonazi ucraniano.
Luego de esta decisión del presidente Vladimir Putin, Estados Unidos y sus aliados han impuesto medidas coercitivas unilaterales e ilegales contra Moscú, dirigidas a las áreas de la energía, economía, deportes y cultura.
En relación con esto, Mélik-Bagdasárov puntualizó que es una situación «sin precedentes», ya que, a su juicio, las distintas empresas internacionales que han suspendido sus operaciones en Rusia no son «independientes».
Este sábado, el Ministerio ruso de Transporte calculó que las aerolíneas que antes usaban el espacio aéreo ruso ahora pierden cada semana 37,5 millones de dólares al tener que recurrir a rutas alternativas, luego de que Moscú aplicó contramedidas y cerró su espacio aéreo a varias líneas por las medidas ilegales de países occidentales contra su economía.
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