¿Hoy no te fue de lo mejor? No te preocupes, encuentra aquí los mejores consejos para superar un mal día y sigue adelante.
Saber que el día va a terminar
Aunque parezca que comenzaste con el pie izquierdo, debes ser consciente de que el día dura 24 horas y luego se termina. Por más que todo te haya salido mal desde que te levantaste, en cuestión de horas será momento de ir a dormir, descansar y afrontar un nuevo día con el mayor positivismo.
Un mal día no tiene por qué repetirse
Si estás teniendo un mal día, debes saber que no significa que mañana será igual, o que tu semana será desastrosa. Si hoy fue horrible, ni mañana ni pasado será igual.
No culpes a inocentes
Echarle la culpa a otros por tu mal día sólo hará que te sientas peor. No te descargues con la primera persona que se te cruza con tal de arruinarle su día, tal como lo tienes arruinado tú. Tal vez te de algo de satisfacción al principio, pero al final del día te pesará.
Ya te ha pasado antes
Cuando estés en medio de uno de esos días que parecen que nunca acabarán y que son una pesadilla, recuerda que ya has tenido varios de esos en tu vida, e incluso peores, y que siempre hubo una luz al final del camino.
La ayuda está cerca
A veces no te das cuenta, pero un mal día puede mejorar si recurres a quienes verdaderamente amas y se preocupan por ti. Si no tienes ganas de contar tus problemas, una sola llamada para conversar un rato y escuchar una voz amigable puede hacerte bien.
Aprecia lo bueno
Debes estar consciente de que aunque las cosas hayan salido mal hoy, podrían haber estado todavía peor. Detente un momento para pensar en lo bueno, aunque haya sido algo pequeño.
Tienes el poder para cambiarlo
La segunda mitad del día no tiene por qué ser tan mala como la primera. Haz el esfuerzo y sé positiva, porque tienes el poder de cambiar el día y ser feliz, a pesar de las cosas malas que hayan sucedido.
Toma un respiro
Es importante que en esos días en que todo parece salir mal, te tomes unos minutos para respirar y aliviar el estrés, a solas. Escucha música, lee un libro y relájate con lo que más te guste.
Es parte de la vida
No todos los días pueden ser buenos. Si eres demasiado perfeccionista y no aceptas que las cosas se te vayan de las manos y te salgan mal, debes comprender que la vida es así, y que está llena de buenos y malos momentos.
Está bien fracasar
Si tu mal día se produjo por algo que no pudiste hacer bien, tienes que detenerte a pensar que el fracaso es parte del aprendizaje. No dejes que lo malo que pasó te derrumbe, acepta el reto, sigue adelante y levanta tu autoestima.
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